28 mayo 2006

RITO Y GEOGRAFÍA DEL TOQUE

Esta serie de vídeos, ahora DVD, producidos por Alga Editores en el año 2000, puso a disposición de los aficionados de todo el mundo algunos archivos de guitarra flamenca de la televisión española, que van desde 1964 a 1979. En los diversos programas, conducidos por Fernando Quiñones, podemos encontrar a Pepe Martínez, a Sabicas, a Félix de Utrera, Manuel Morao, Melchor de Marchena, Paco de Lucía, Serranito, Pepe Habichuela, Diego del Gastor, Paco Cepero, Andrés Batista, Enrique de Melchor y Tomatito, entre otros.
Es realmente fascinante poder ver tocando en solitario a estos nombres ilustres de la guitarra flamenca, todos ya bastante maduros y más de uno fallecido. Muy entretenidas son las entrevistas de Fernando Quiñones, que si bien no se basan en preguntas muy profundas en contenido e insisten en pedirle al entrevistado que haga la diferencia entre tocar en solitario o para acompañar el cante -como si no fuera algo absolutamente evidente- nos ponen frente a un Pepe Martínez extremadamente simpático y desenfadado, que responde las preguntas en pijama y con su puro en la boca, a un Paco de Lucía muy tímido y con pocas ganas de hablar, un Paco Cepero que no ha cambiado mucho en cuanto al instinto de exaltación de sí mismo, un Diego del Gastor con el que dan ganas de irse de copas para seguir oyéndole hablar (de geografía, espectacular) un Andrés Batista experimentado y sereno en sus apreciaciones o un Serranito siempre cordial y cercano. El sonido y las cámaras de esos años, incluso cuando algunos espacios aparecen en colores, nos obliga a recordar que la tecnología de grabación no era mucho mejor y los temas de un disco había que grabarlos, por lo general, en tomas completas y nada de pinchazos ni de parches porque el “cortar-pegar” no era ni siquiera un sueño todavía. Vaya si había que ser buen guitarrista y estar muy bien preparado para trabajar así. Hoy, cuando vemos este material o cuando escuchamos los discos de esa época y con mayor razón anteriores a ella, nos olvidamos -si es que lo sabemos- de cómo se hacían las cosas y con cuánto esfuerzo. Tenerlo en cuenta, es valorar aún más las verdaderas hazañas que hacían los guitarristas cuando grababan un tema “de una sola vez”.
Notable es el contraste entre el toque solista de Melchor de Marchena y el de su hijo Enrique, que todavía muy joven, aparece tocando por soleá con una técnica y una contundencia aplastante, tan notable como lo que Melchor dice respecto a él: “yo no digo que mi hijo es el mejor, pero digo que no hay nadie mejor que él...”
“Rito y geografía del Toque” es un documento magnífico que todo aficionado debería tener en su casa para periódicas revisiones, con el remanente lógico de aprendizaje y crecimiento. Sin embargo hay dos alcances que me parece bueno hacer: el primero, la ausencia de Paco Peña de esta serie documental, supongo que por las mismas razones que está ausente de tantas cosas, pero que se lamenta cuando se piensa en el gran aporte que su participación habría podido significar.
Y el segundo, que por lo general, cuando se hace referencia a esta serie de vídeos o se le promociona, se incluye a Manolo Sanlúcar entre los nombres ilustres y también en los créditos que pasan por la pantalla al comienzo de cada vídeo (ahora DVD), pero según parece , esa presencia no es otra cosa que un anzuelo con buena carnada para quienes no han visto la colección completa y piensan, tal vez, que se van a encontrar con que uno de los programas que rescata la serie estará dedicado a él, pero eso no es así ya que de Manolo Sanlúcar solo se puede ver un tema, favor tomar nota: solo un tema, una fantástica seguiriya titulada “Elegía al Niño Ricardo”, compuesta como homenaje al entonces recién fallecido guitarrista, maestro de toda una generación de grandes tocaores.
Llama la atención, como contrapartida, que hay dos capítulos dedicados a Pepe Habichuela y otros dos a Enrique de Melchor, enormes guitarristas ambos, pero a Sanlúcar solo se le permite un tema, solo unos minutos y nada más. Traigo esto a colación, precisamente cuando este año las jornadas de estudio de la guitarra del XXVI Festival de la Guitarra de Córdoba y concretamente el apartado que lleva por título “Nombres Propios de la Guitarra”, estará dedicado a Manolo Sanlúcar. Anteriormente, esas jornadas han estado dedicadas a Sabicas, a Leo Brouwer o a Paco de Lucía entre otros.
Vuelvo sobre un concepto escrito anteriormente: tanto Enrique de Melchor como Pepe Habichuela son y han sido dos maravillosos guitarristas y de eso no puede caberle la menor duda a nadie que sepa algo sobre flamenco. Lo que no acierto a entender es con qué criterio se realizó la selección, porque me sigue pareciendo un error haber dedicado dos espacios a Habichuela y otros dos al de Melchor, que con uno para cada uno era suficiente (porque con uno basta para todos los demás) y sin embargo de Manolo Sanlúcar, para mí el músico más completo y mejor preparado de la historia de la guitarra flamenca, solo se haya incluido apenas un tema y nada más. ¿Será que no había más material del gaditano en los archivos de la TVE, al menos entre los años tope del período abarcado por la serie? Definitivamente, no lo creo: he visto apariciones realizadas por Manolo Sanlúcar en esa época, la de la televisión en blanco y negro, y no han sido pocas. De hecho, con las que la misma TVE ha ofrecido con el paso de los años, alcanzaba perfectamente para haberle dedicado el espacio que se merecía. No estoy diciendo, ni por asomo, que siquiera uno solo de los restantes guitarristas que allí aparecen no mereciera estar, de eso nada, por favor, solo que por poco dejan fuera a uno que tenía todos los méritos para tener un espacio completo, con la misma entrevista que Fernando Quiñones hiciera a cada uno de los demás, y por alguna extraña razón, eso no se hizo, lo que, modestamente, me parece erróneo e injusto y más aún cuando a esas alturas Manolo Sanlúcar ya había grabado el volumen 1 de su famosa trilogía “Mundo y Formas de la Guitarra Flamenca”, además de “Recital Flamenco”.
Podría entenderlo si me dijeran que la edición y publicación de este material se hizo en un tiempo en el que aún Manolo Sanlúcar no significaba lo que llegó a significar pocos años más tarde en el ámbito de la guitarra flamenca, pero sucede que se hizo en el año 2000, de manera que a esas alturas ya era el de Manolo un nombre muy importante y sus aportaciones, “Tauromagia” entre ellas, lo ponían claramente en una situación de privilegio, pero alguien no pudo o no quiso verlo de ese modo.
De todas maneras, gracias infinitas a todos los que hicieron posible este documento de valor incalculable.

Carlos Ledermann