27 agosto 2006

"¿Quieres dedicarte a esto?" 2ª Parte

Les recuerdo que estos artículos están escritos como una invitación a reflexionar a las personas que tienen el proyecto de dedicarse a la guitarra flamenca en calidad de solistas, quieren ofrecer conciertos en ese formato, quieren grabar discos y viajar por el mundo como resultado del éxito de esos conciertos y discos y no a aquellos cuyo proyecto de vida se basa en el arte del acompañamiento, pues para ese formato los parámetros son otros y ya no dependen solo de la propia gestión o de los propios y personales lineamientos. La intención no es, ni de lejos, disuadir a nadie, sino advertir que antes de tomar la decisión, es bueno saber algunas cosas, nada más.

En Latinoamérica, un buen número de los guitarristas de flamenco hace su trabajo en el mundo de los pub y restaurantes: como todo trabajo, ese es muy digno y hay gente talentosa, pero de ahí no se salta ni fácil ni directamente al escenario grande ¿porqué? porque los periodistas van a un pub a tomarse un trago o a un restaurante a comer, no a trabajar, y a los directores de los grandes escenarios, que a pubs y restaurantes van a lo mismo que los periodistas -y no a buscar artistas para sus temporadas de conciertos- lo que les interesa es en qué otros escenarios importantes has tocado antes. Puede que en el ámbito de la canción popular esto no sea exactamente así, pero en el de los conciertos y escenarios de conciertos, si tu trayectoria está hecha a base de pubs y restaurantes, tus posibilidades son bastante menores.

Puede haber casos excepcionales, pero no es cuestión de llegar a un teatro y decir “oiga, llegué y quiero tocar aquí” y preguntar qué fechas te pueden ofrecer porque tú eres tú y tocas muy bien, así no funciona esto: a los escenarios importantes se llega por méritos anteriores y no por simple y caprichosa elección personal. Cierto es que también puedes llegar como parte de la compañía de otra persona, pero en ese caso te llevaron, no llegaste ahí por tu prestigio, sino por el de la otra persona y de no ser por esa persona ya veremos si habrías tocado en ese escenario tú solo. Hay muchos que gustan de decir que tocaron en tal o cual teatro, pero no te dicen que solo hicieron un par de temas en un espectáculo de esa otra persona.

No sé si lo sabes, pero te lo cuento: si tú pagas lo que cuesta un escenario importante, el Carnegie Hall te asigna una de sus salas, porque de paso te cuento también que eso no es solo una sala sino tres con distinto aforo y nivel de importancia. Entonces, mucha gente pone en su reseña biográfica que ha actuado en el Carnegie Hall y efectivamente lo ha hecho, pero ¿en cuál de las salas y en qué condiciones? ¿el Carnegie Hall lo buscó para contratarlo o la sala en que tocó fue alquilada? Muchos sellos discográficos y agencias de artistas lo hacen para potenciar el currículum de alguien que les interesa colocar en el mercado, ya que el solo nombre del Carnegie Hall viste de noche cualquier reseña biográfica, pero hablemos en serio: ¿tú tienes quién haga eso por ti?

Hay otro tema que no debe ser ignorado y es el de la edad: si quieres hacer una carrera artística, tendrás que elaborar una propuesta de verdad interesante con objetivos y plazos muy claros: hoy por hoy, nadie despunta después de los 30 años y si no hiciste algo importante antes de eso, las posibilidades de hacerlo después son bastante reducidas. ¿Qué es importante? Haber tocado en lugares de prestigio, haber dado muchos conciertos en instituciones culturales, universidades, auditorios, teatros y temporadas de conciertos donde haya cobertura de prensa y ojala un crítico que escriba algo sobre ti, idealmente algo bueno. Y tendrás que haber viajado lo tuyo, porque el problema es que con un par de conciertos ya saturaste el mercado que una ciudad puede ofrecerte y al tercero lo más probable es que vaya muy poco público. Sí, de acuerdo: a Paco o a Vicente eso no les sucede y más bien les ocurre lo contrario y deben quedarse para agregar conciertos a los programados, pero ellos son ellos y tú no estás en ese nivel.

Entonces, para viajar por tu país tendrás que saber hacer muchas cosas además de tocar tu guitarra. Para empezar, un muy buen dossier de presentación con todos tus antecedentes artísticos. Y tú ¿sabes preparar un dossier con tu currículum artístico? En ese dossier ¿vas a decir la verdad o vas a tratar de impresionar y te vas a inventar viajes que no has hecho, conciertos en teatros que ni siquiera conoces, cursos con profesores a los que no conoces, actuaciones con gente que no te conoce a ti, discos que nunca grabaste y premios que jamás ganaste? No, no es broma, yo conozco a varios que han hecho eso y no una vez.

El punto es ¿con qué elementos de prueba vas a respaldar lo que dices haber hecho? Porque si afirmas haber tocado en tal parte, lo menos que te puedo pedir es el programa de concierto que allí se edita para los asistentes. Si dices haber tomado un curso con tal personaje, supongo que al menos tendrás un certificado que adjuntar; si afirmas haber tocado con tal o cual artista de renombre ¿cómo es que no tienes ni siquiera una foto con él? Y si aseguras haber ganado tal premio, si no puedes mostrármelo, supongo que habrá una foto al momento de recibirlo. Por favor, Siempre habrá quien te lo crea, pero lo mejor no es mentir.

Y con los discos ocurre lo mismo: con los software que existen hoy en día, en mi casa me puedo grabar 200 discos diferentes, y con otros software diseño las 200 carátulas diferentes, pero si no son oficiales, es decir si no fueron financiados por un sello, por una entidad o por un fondo concursable y solo los vendo yo, en mi casa, entonces como cosa de público acceso esos discos no existen, no han tenido criticas buenas ni malas, no han tenido un solo reportaje en prensa por breve que fuera, entonces decir de manera arrogante que tú has grabado muchos discos, sin agregar en mi casa, significa que estás jugando a ser un grande, pero en realidad estás muy lejos de serlo y en el mercado discográfico sencillamente no existes.

Puedes hacer una producción propia, es cierto, pero si no te la ponen en disquerías, si nunca te tocan siquiera un tema en una radio, o se comentan en una revista especializada, solo te queda como mercado el traspaso de una a otra persona, eso siempre ha funcionado y ese mercado es fuerte, pero como elemento para potenciar un currículum, esos discos siguen no existiendo.

Pero estamos hablando de viajar. ¿Tú sabes lo que hay que saber para organizar un viaje de concierto, aunque solo se trate de un concierto? ¿manejas la logística de un viaje de concierto para saber por dónde empezar la gestión y cuales son los puntos prioritarios? ¿un manager…? Ojala consigas uno que quiera trabajar con un principiante que, precisamente por serlo, no está en condiciones de cobrar una cantidad de la que ese manager saque un porcentaje mínimamente atractivo para él.

Viajar tocando como parte de un elenco es muy fácil porque los trámites los hacen otros y la experiencia en organización la tienen otros y hasta el miedo escénico es compartido, pero organizar y hacer una gira de conciertos por varias ciudades tocando como solista es algo que no cualquiera hace y mucho menos en Latinoamérica.

Por esta semana, solo te diré algo más: a mi modesto entender, una carrera exitosa se hace aprovechando de manera total cada oportunidad que se presente: si te invitaron, por ejemplo, a un festival de guitarra o a una temporada de conciertos de verano, tienes que hacer tu trabajo tan bien como seas física y mentalmente capaz, para que te vuelvan a invitar. Si esa segunda invitación nunca llega, ponte a revisar en qué fallaste y no le eches la culpa a una uña, al pegamento, que las luces, que las cuerdas, que la cejilla, que el sonido: una mala noche, la tiene cualquiera pero cuando es bueno en lo suyo los demás lo perciben, aunque los factores externos hayan estado en su contra.

La próxima semana, la tercera parte y final.

Carlos Ledermann

20 agosto 2006

¿Quieres dedicarte a esto? 1ª Parte

Me ha tocado muchas veces, en tantos años dedicado al flamenco tocando y enseñando, escuchar a jóvenes estudiantes de guitarra o de baile, decir que esto es su vida y a esto quier[Image]en dedicarse. El proyecto es hacerse profesionales, hacer giras de conciertos, grabar discos y recorrer el mundo con el estuche de la guitarra a la espalda (antes había que decir en la mano). En más de una ocasión quien me ha contado que no sabe si dedicarse a esto o seguir la carrera universitaria que estaba cursando paralelamente con los estudio de guitarra había superado holgadamente la mitad de la duración media de una muy buena carrera y no he olvidado nunca que uno de ellos estaba en cuarto año de medicina. Es verdad que esta situación siempre –o casi siempre- la plantean los más jóvenes, los que aún no han terminado el colegio y ven en el flamenco una alternativa de vida tan válida como estudiar agronomía o mecánica automotriz. Y lo es de hecho, pero siempre que concurra una larga serie de situaciones que no son fáciles de generar y que los jóvenes habitualmente ignoran por completo. Esto es normal: si ves jugar a Roger Federer, crees que jugar tenis es así de sencillo y es cosa de comprar una buena raqueta y estas listo para empezar a mirar maletas en las tiendas, para ver cuál te convendrá más cuando empieces a viajar por el circuito ATP. Si ves tocar el piano a Chick Corea, te parece que es solo cuestión de tener el piano en casa y ponerse a tocar porque si él lo hace ¿porqué tú no? Y si ves a Vicente Amigo tocar “Callejón de la Luna” con la naturalidad pasmosa con que él lo hace, te parece que tú también lo puedes hacer. Ese es el riesgo de no dar una lectura adecuada a la aparente facilidad con que los GRANDES de cualquier especialidad hacen sus cosas: hecho por ellos, todo parece fácil. Pero echemos una breve mirada a la cruda realidad: lo primero que tiene que suceder para que tú, estudiante de guitarra flamenca, te transformes primero en un artista de primer nivel nacional es que estudies tanto, que tu manera de tocar sea no solo impecable, sino también asombrosa. Solo de ese modo puedes aspirar a ser diferente y a sobresalir de la media. Tu manera de estudiar las lecciones que te den tiene que ser absolutamente detallista, sin perdonarte a ti mismo el menor detalle y asumiendo como normales exclusivamente esos errores que ya no eres físicamente capaz de corregir.



Lo segundo que tiene que ocurrir, es que aún cuando te des cuenta de que eres mejor que la media, asumas esa situación como resultado de un buen trabajo y no le abras la puerta a la arrogancia ni un miserable centímetro.


Lo tercero, que cuando tengas que dar un examen, o cuando tengas que tocar delante de terceros, sean estos parientes o desconocidos, los nervios no te traicionen y malogren tu perfomance llenándola de errores y hasta tengas que parar o repetir pasajes.


Lo cuarto, que conforme vayas superando etapas seas capaz de darte cuenta de que no sabes nada y todo está por aprender. Los “enteraos” que creen saberlo todo y hasta se creen en condiciones de alternar de tú a tú con los que están por sobre ellos, son lejos los peores.


Lo quinto que tiene que suceder, es que adquieras un nivel suficientemente notable como para que tu profesor te elija para tocar en unos cuantos lugares, una muestra de alumnos, una graduación de tu colegio, un encuentro de arte joven o eventos similares. Ganarte la confianza y el respeto de tu profesor tiene que ser tu primer gran logro. De ahí en adelante, cuando termines los estudios regulares, tendrás que enfrentar una larga serie de realidades que hasta ese momento desconoces por completo y por lo mismo crees que estás en camino de transformarte en un profesional, legítimamente lleno de proyectos e ilusiones, pero descolgado de ciertos vericuetos que hay que conocer y recorrer con éxito para recién empezar una carrera artística con medianas proyecciones. ¿Quieres y te sientes en condiciones de grabar un disco? Bien, aquí surgen algunas preguntas como por ejemplo:


¿Qué vas a grabar?


¿Qué has compuesto tú como para tener una propuesta personal interesante?


¿Conoces el medio discográfico de tu país y cómo funciona?


¿Qué te hace pensar que a un sello discográfico le ha de interesar invertir dinero en alguien a quien nadie conoce y que pretende grabar una música que sigue siendo gusto de un grupo muy reducido de personas?


¿No crees que además ese sello preferiría a un español para grabar un disco de guitarra flamenca?


¿Porqué habrían de creer en el sello que tú, que no lo eres, puedes hacer música flamenca que se pueda vender para recuperar lo invertido en producir tu disco?


¿Sabes lo que cuesta monetariamente la cantidad de horas de estudio de grabación que vas a necesitar para grabar tu disco?


¿Quién te va a diseñar la portada?


¿Cuántas copias pretendes hacer?


¿Sabes cuánto vale esa cantidad de copias?


¿Tu papá está en condiciones de financiar eso?


En realidad ¿quiere él pagar eso?


¿Cómo vas a hacer la distribución de tu disco?


¿Cómo vas a hacer la promoción de tu disco?


¿Sabes cuánto cuesta eso, cómo se hace y dónde se hace?


Prosigamos. También quieres dar conciertos. Lo más probable es que quieras tocar en los mismos escenarios en que has visto tocar a los que llevan más tiempo que tú, porque como además piensas que tocas mejor que ellos ¿porqué no te van a abrir las puertas de esos escenarios? Perfecto: lo primero que vas a tener que hacer es convencer a la o las personas encargadas de programación de esos escenarios, de que tú tienes los méritos para estar allí y eso no va a ser nada sencillo, porque lo primero que te van a preguntar es quién eres tú, dónde has tocado antes y cuál es tu trayectoria previa, porque algo sí hay que debo advertirte: nadie aparece de la nada y se sube a un escenario importante simplemente porque piensa que lo puede hacer. Los escenarios importantes lo son por las personas que han pasado por él, no porque sean bonitos y tengan bonita iluminación. En otras palabras, mientras más notables sean los artistas que han pasado por un determinado escenario, más difícil va a ser que lo haga alguien que no está a la altura de esos predecesores. Hay casos, claro, en que el poder económico de los padres les permite arrendar un teatro para que un joven toque, pero esa es en sí misma una situación anormal que no debe llevarlo a cometer el error de creer que tocó allí porque es un fenómeno: su padre pagó para que le dejaran tocar allí, pero la verdad es que nadie de esa institución lo llamó para invitarle a tocar o para contratarlo, o sea que, en estricto rigor, a ese joven no lo buscaron.


Vuelvo a ti, que estás leyendo este artículo. Además de todo lo anterior, los encargados de programación van a querer leer recortes de prensa en que aparezcas tú, por una razón muy sencilla: si no tienes recortes de prensa, es porque no has salido en la prensa y si no has salido en la prensa, lo más probable es que seas un chico simpático y emprendedor que toca bien la guitarra, pero en concreto y para efectos de contratos para temporadas de conciertos, sigues no siendo nadie. Sé que esto te puede parecer un poco sanguinario, pero no lo estoy haciendo con mala intención, sino con el propósito de que frente a la duda vital que supone decidir entre dedicarse a esto o no hacerlo, al menos te hagas una idea de todo lo que hay que saber y pensar antes de tomar tan trascendental decisión.


En otro momento prosigo.






Carlos Ledermann